Durante estos días que estamos de movilizaciones para
luchar por unos derechos que nos han arrebatado, hemos tenido que escuchar de
todo, sobre todo alentado por el Equipo de Gobierno y sus superiores.
Se nos ha tachado de querer ser unos privilegiados en
caso de padecer enfermedad común -de esas que dependiendo la salud de las
personas se pueden padecer una o varias durante el año, o incluso ninguna-,
porque antes de la aplicación del RD 20/2012 del Gobierno de la nación nosotros
cobrábamos el 100% de nuestro salario, como el resto de trabajadores públicos.
Este RD recortaba sustancialmente las prestaciones, sobre todo en los tres primeros días de baja, abriendo un abanico de aplicación que iba desde cobrar el 50% del salario a no cobrar nada en absoluto. A nadie que quiera ser objetivo y pensar sin prejuicios se le escapará que muchos de nuestros puestos de trabajado se desempeñan de cara al público, a un numeroso público, por lo que las enfermedades más habituales que provocan bajas temporales de estos días de duración son los catarros y gripes, enfermedades víricas de rápido e incontrolado contagio. Como padres ¿Qué hacemos cuando nuestros hijos padecen una de estas enfermedades? ¿Les llevamos al colegio? ¿Les acusamos de irresponsables por padecerlas? Este es el trasfondo amoral que tienen estos recortes.
El Equipo de Gobierno de nuestro Ayuntamiento nos impuso en primera instancia la aplicación más restrictiva del decreto, argumentando que el índice de absentismo que teníamos era muy alto. Cuando se analiza un índice de absentismo hay que separar el trigo de la paja. Es decir, el absentismo por enfermedad del absentismo deliberado y de aquel que se debe a ausencias como los días libres –que luego pasaremos a tratar-. Bien, pues ese índice no era distinto al de cualquier empresa u organismo que tenga expuesto a sus trabajadores a la intemperie o tratando con público a diario.
Este RD recortaba sustancialmente las prestaciones, sobre todo en los tres primeros días de baja, abriendo un abanico de aplicación que iba desde cobrar el 50% del salario a no cobrar nada en absoluto. A nadie que quiera ser objetivo y pensar sin prejuicios se le escapará que muchos de nuestros puestos de trabajado se desempeñan de cara al público, a un numeroso público, por lo que las enfermedades más habituales que provocan bajas temporales de estos días de duración son los catarros y gripes, enfermedades víricas de rápido e incontrolado contagio. Como padres ¿Qué hacemos cuando nuestros hijos padecen una de estas enfermedades? ¿Les llevamos al colegio? ¿Les acusamos de irresponsables por padecerlas? Este es el trasfondo amoral que tienen estos recortes.
El Equipo de Gobierno de nuestro Ayuntamiento nos impuso en primera instancia la aplicación más restrictiva del decreto, argumentando que el índice de absentismo que teníamos era muy alto. Cuando se analiza un índice de absentismo hay que separar el trigo de la paja. Es decir, el absentismo por enfermedad del absentismo deliberado y de aquel que se debe a ausencias como los días libres –que luego pasaremos a tratar-. Bien, pues ese índice no era distinto al de cualquier empresa u organismo que tenga expuesto a sus trabajadores a la intemperie o tratando con público a diario.
También argumentan que, con los tiempos que corren, somos
unos privilegiados ya que ninguna empresa privada aplica el 100% del salario en
estos días de baja. Este argumento fue preparado ya con anterioridad en la
revista ZigZag, donde publicó que en la empresa privada se descuenta todo el
salario en caso de ILT en esos tres primeros días. Debería enterarse mejor un
medio de comunicación de la información que publica. Ya el sentido común avisa
que en un colectivo tan dispar como es “empresa privada” se pueden dar
infinidad de variables. Nosotros, que sí hemos comprobado esos extremos, podemos
afirmar que Citroën Pinto paga a sus empleados el 100% del salario en estos
casos, los supermercados DIA, todas las sujetas al convenio de Hostelería de la
Comunidad de Madrid, y muchos más ejemplos; unos privilegiados vaya.
Sobre los días libres o “moscosos”, prefiero poner un
extracto de una publicación de El País: “Muchos defienden a capa y espada la
retirada de “ciertos privilegios” como los días de libre disposición de los
funcionarios. Acaso habría que contarles que en los años ochenta cuando se crearon
esos días no se hizo para privilegiar a la Función Pública sobre el resto de
trabajadores. Muy al contrario se hizo para compensar una subida de más del 12%
del IPC que el Gobierno de entonces era incapaz de asumir.
Los funcionarios de entonces sí tenían sentido de Estado
y sabían de la dificultad por la que atravesaba España en aquellos años y
decidieron renunciar a esa subida de sueldos por unos días de libre disposición
a lo largo del año, por cierto, muy pocos en comparación a los que deberían haberse
impuesto para compensar esa pérdida de poder adquisitivo.
Que no nos cuenten mentiras. No somos unos privilegiados.
Aquello fue un derecho adquirido que ahora, junto a otras medidas, quieren
arrebatarnos. ¿Van a subirnos acaso un 6% el sueldo al quitarnos tres días? Por
favor, pido a todos un poco más de conocimiento.”
Otro privilegio que tenemos; las pagas extraordinarias de
verano y navidad. Las cobra todo trabajador por cuenta ajena, esté o no en el
paro, y hasta los jubilados; eso sí, prorrateada en doce mensualidades. No
estamos hablando de ninguna cesta de navidad, que sí es un regalo, sino de una
parte del salario que nos ha sido sustraído con “todas las de la Ley”. Nuestros
salarios son anuales, prorrateados en catorce pagas; es decir, nos han quitado
una mensualidad. Y opinamos que nos han “quitado”, porque siguen restándonos de
la nómina las deducciones de Seguridad Social, mes a mes, al igual que nuestro
Ayuntamiento paga su porcentaje empresarial (Nada menos que el 33% de la masa
salarial de la misma) para que en el año 2015 en vez de pagárnosla la ingresen
en un fondo de pensiones. ¿Saben quién maneja los fondos de pensión? Pues los
bancos, por supuesto. Este acto de pillaje esconde una perversidad aún mayor.
Quien podrá a partir de ahora fiarse de contratos, acuerdos, etc si cualquiera
puede llegar al Gobierno y anular todo lo acordado.
Pues como nosotros estamos convencidos que no tenemos
privilegio alguno en esto vamos a luchar porque nos sea abonada. Contra la Ley
que nos la quitó, se luchará en los tribunales junto al resto de empleados
públicos afectados, y a nivel de nuestro Ayuntamiento para que busque las
formulas que están encontrando un gran número de Administraciones para paliar
en lo posible sus perversos efectos, no solo para nosotros, sino para múltiples
de comercios de todo el municipio. Fórmulas como ha encontrado, por ejemplo, el
vecino Ayuntamiento de Getafe, que ha adelantado las pagas de 2013 a enero y
junio respectivamente.
Enhorabuena. Graicias por lo que habéis hecho. A partir de ahora todo será diferente.
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