Carta abierta a la Mesa de negociación

El Ayuntamiento de nuestro vecino Parla  ha dejado un ejemplo de cómo están las cosas. El Partido Popular,  en la oposición, vota a favor de que se adelante la paga a sus trabajadores; mientras que PSOE e IU, en el equipo de gobierno, votan en contra. Así se mueven nuestros políticos: por consignas. Al igual que un soldado da media vuelta o gira a izquierda o derecha, sin pensar por un momento el sentido de la orden recibida.

Entre este ejemplo y el del País Vasco hay medidas intermedias. Quizá la más razonable entre el todo y el nada sea la solución encontrada en el vecino Ayuntamiento de Getafe; que se adelante solo a aquel que la solicite. De esta manera se permite que quien la necesite pueda pedir su adelanto y a quien no le haga falta que no la pida. Resuelve problemas de tesorería que se pudieran dar si se paga a todo el personal y se resuelven también los problemas de tesorería de los empleados necesitados.

Pero para llegar a estos acuerdos, tanto equipo de gobierno como sindicatos en la mesa de negociación deberían dejar de mirarse el ombligo, dejar de mirar por sus intereses partidarios, que los tienen, y mirar por el bien común. Cosa ésta que va en los principios de ambos. También el interés de los trabajadores del Ayuntamiento es el bien común.

Uno de los mayores escollos que dan pie a razonamientos extraños es el apellido de “extra” que lleva la paga. Pero de extra no tiene nada. Nuestro salario se reparte en 14 mensualidades y es una de ellas la que se nos está negando. Negando de malas formas, ya que las deducciones personales y empresariales se han pagado religiosamente mes a mes. Una paga “extra” es una paga de beneficios, que jamás hemos tenido. Otro escollo es pensar qué pasaría si una persona que ha cobrado su paga se fuese en febrero, por ejemplo. ¿Creen que está la cosa para que se vaya alguien? ¿O es que piensan despedir a alguien? Aunque fuera éste el caso no convendría olvidar que si bien no le correspondería nada de esa paga de junio adelantada, sí le correspondería la liquidación de la paga de diciembre no cobrada.

Equipo de gobierno y sindicatos, pónganse a la tarea de hallar soluciones para un problema que no tiene nada de político, sino de pura necesidad. La Navidad se lo agradecerá.